Los germinados son uno de los pocos alimentos que ingerimos cuando aún están vivos, lo cual aumenta enormemente su valor nutricional. Las semillas germinadas son brotes llenos de vitalidad. Su excepcional cantidad de nutrientes las hace indispensables en una dieta sana, además de aportar su sabor a numerosos platos.
El
contenido nutricional de las semillas germinadas es equiparable al de
las frutas y verduras, pero las superan en cuanto a su riqueza
enzimática y en clorofila, muy importante por su acción antianémica,
revitalizante y antitóxica.
Todo ello los convierte en alimentos
completos que pueden contribuir a corregir las carencias de la
alimentación moderna.
Los
germinados son únicos ya que están disponibles en cualquier época del
año y en cualquier lugar del mundo. Su ciclo de cosecha es de tan solo
una semana y su rendimiento muy grande. Con un solo kilo de semillas de
alfalfa se producen entre 10 y 14 kilos de germinados frescos.
Los
germinados son un regalo de la naturaleza que podemos cultivar nosotros
mismos; son alimentos vivos y esto aumenta su valor nutricional que se
mantiene intacto hasta el momento en que se come. Es incorporar
auténtica energía vital concentrada a todas las células del cuerpo,
favorecen la salud y alargan la vida.
Al
germinar muchas semillas -de cereales o leguminosas- se convierten en
un alimento fácilmente asimilable porque liberan todos los nutrientes
encapsulados y mejoran el valor nutricional de la propia semilla, de la
planta o del fruto a la que hubiera dado lugar.
Los
brotes son un alimento predigerido, por lo tanto ayudan a su propia
digestión, adecuado para estómagos delicados y permiten al organismo que
descanse y se regenere.
Se
pueden cultivar y conservar fácilmente en casa, por lo tanto son muy
económicos, además de tener la seguridad de consumir un producto que no
ha sido adulterado ni rociado con insecticidas o fertilizantes químicos,
se puede disponer en cualquier época del año con la garantía de que sus
nutrientes son de alta calidad biológica pues de lo contrario la
semilla no germinaría.
El
brote entero puede comerse, incluyendo las raíces y hojas. Son
sencillos de preparar, mejor consumirlos crudos, porque la cocción
destruye gran parte de su contenido nutricional. Se comen crudos en
ensalada, salteados, en tortillas o formando parte de diversos platos
cocinados, en estos se recomienda añadirlos al final para que no pierdan
sus propiedades.
La
reserva nutritiva en todos los granos y semillas, consiste en
proteínas, carbohidratos, vitaminas y sales minerales. Estos nutrientes
los requiere nuestro organismo para su correcto mantenimiento, y
desarrollo, y se lo proporcionarnos mediante los alimentos. Cuando las
semillas germinan su contenido nutricional mejora y aumenta.
Proceso de Germinado
Al poner las semillas en contacto con el agua se produce el sigueinete proceso:
Mediante la absorción de agua la semilla duplica su volumen y se rompe la cáscara protectora.
Las enzimas se activan y provocan una serie de transformaciones:
•
Las proteínas complejas se transforman en aminoácidos simples, algunos
de los cuales son imprescindibles para el ser humano. El contenido
proteico de la semilla queda presente en el germinado, de forma
fácilmente asimilable.
•
El almidón se reduce a maltosa y dextrina, azúcares más simples que
exigen menos esfuerzo al aparato digestivo, liberan energía más rápido y
producen un efecto estimulante.
• Se sintetizan abundantes vitaminas y fermentos.
• Las vitaminas C y E y los minerales: calcio, fósforo, hierro, potasio y magnesio se multiplican.
• Las grasas se transforman en ácidos grasos
•
Se forma la clorofila, estructuralmente muy similar a la hemoglobina,
como ella, lleva oxígeno a las células y es un buen agente
desintoxicante y regenerador del organismo.
• Los ácidos y las toxinas que de forma natural acompañan a la semilla para su defensa, se descomponen.
• El volumen y el contenido de agua pasa de ser de un 5 al 12% en la semilla a un 70% en el germinado.
Información Nutricional de los germinados
•
Aminoácidos esenciales. Los germinados, especialmente de legumbres,
proporcionan al organismo proteínas completas que se transforman en los
ocho aminoácidos esenciales. La falta de uno sólo de estos compuestos
puede favorecer la aparición de alergias, debilidad, mala digestión,
deficiencias en la inmunidad o envejecimiento prematuro de las células.
•
Vitamina C. Una de las sustancias que más aumenta por efecto de la
germinación. Los brotes de trigo, lentejas, soja, garbanzos y judías son
excelentes fuentes de esta vitamina, por ejemplo la soja germinada
incrementa su contenido en vitamina C hasta un 100% y los brotes de
trigo en un 600% en sólo 5 días.
•
Beta carotenos (pro-vitamina A). El germinado de alfalfa, por ejemplo,
contiene más beta carotenos que el tomate o el pimiento verde y muchas
frutas. Los germinados de col y de guisantes también son excelentes
fuentes de esta vitamina esencial para el crecimiento, el desarrollo, la
buena vista y el aparato reproductor.
•
Vitamina B: La tiamina (B1), la riboflavina (B2) y la niacina (B3) son
abundantes en los germinados de alfalfa, trigo, girasol, centeno y
sésamo. Contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso.
•
Vitamina E. Esta vitamina actúa como antioxidante celular, es un
excelente protector del corazón y un buen tonificante. El trigo
germinado llega a incrementar hasta tres veces su contenido.
• Vitamina K. Posee propiedades coagulantes, se encuentra en la alfalfa germinada.
•
Clorofila. Las semillas germinadas que más clorofila sintetizan son las
de trigo y las de alfalfa. La clorofila es absorbida directamente por
la sangre a través del sistema linfático, en el torrente sanguíneo
activa el metabolismo celular, mejora la defensa, resistencia, capacidad
regeneradora de las células, y la respiración, entre otras propiedades,
potencia los procesos naturales de curación, depura la sangre, frena
las infecciones y equilibra la relación ácido-base en el organismo.
•
Calcio. Los germinados de sésamo proporcionan abundante calcio, también
son excelentes fuentes de este mineral los brotes de almendra, girasol,
alfalfa y garbanzo.
• Potasio. Se encuentra en los brotes de almendras, sésamo, girasol, soja y judías.
• Hierro. Contienen en cantidades importantes los brotes de alfalfa, fenogreco, lentejas, soja roja y soja verde.
• Oligoelementos. Los germinados contienen oligoelementos como el yodo, el zinc, el selenio, el silicio, el cromo y el cobalto.
•
Enzimas. Cuando se comen crudas las enzimas de las semillas germinadas
-llamadas diastasas- facilitan la digestión de la fibra, las proteínas y
las grasas.
• Digestivos, nutritivos y de bajas calorías: Aportan muy pocas calorías, por ejemplo 100 grs. de brotes de soja: 30 calorías.
Propiedades de los germinados:
Los
germinados ayudan a prevenir enfermedades o a tratarlas en el caso de
que ya se hayan manifestado. Se destacan las siguientes propiedades:
* Favorecen los procesos de desintoxicación, depuración y eliminación de residuos almacenados en los tejidos o en la sangre.
* Fortalecen el sistema inmunitario.
* Son antioxidantes, combaten los radicales libres.
* Facilitan la digestión, activan la regeneración y desinflamación del
aparato digestivo, revitalizan los mecanismos metabólicos internos.
* Mejoran el funcionamiento intestinal, alivian el estreñimiento,
fortalecen el intestino y la flora intestinal, ayudan a eliminar gases y
desechos.
* Reducen el índice de colesterol.
* Fortalecen el sistema nervioso.
* Ayudan a mantener la flexibilidad de las arterias y la vitalidad de las glándulas.
* Favorecen el metabolismo por su acción reconstituyente.
*
Están recomendados en casos de anemia por su riqueza en clorofila y para personas con el estómago delicado.
Propiedades de los Germinados más consumidos
- Alfalfa:
completo y más consumido por su agradable sabor. Contiene vitaminas A,
B, C, E y K , calcio, magnesio, potasio, hierro, selenio y zinc y los
aminoácidos más importantes. Es remineralizante, combate la fatiga y la
debilidad.
- Arroz integral:
es rico en vitamina B, fósforo, potasio, magnesio, sodio, calcio y
silicio. Ayuda a la adecuada conservación de huesos y dientes.
- Avena:
la semilla germinada más recomendable para trastornos nerviosos,
depresiones y alteraciones del sueño. Contiene vitaminas B y E,
proteínas, carbohidratos, fibra , minerales y un alto contenido en
silicio, necesario para el desarrollo de las estructuras musculares,
cerebrales y nerviosas.
- Berro:
muy adecuado para combatir los síntomas de la fatiga primaveral.
Alcaliniza y depura la sangre, neutraliza el exceso de toxinas. Regula
el metabolismo. Es rico en hierro, fósforo, manganeso, cobre, zinc,
yodo, calcio y vitaminas A, B2, E y C.
- Fenogreco:
limpiador sanguíneo y renal, se recomienda para levantar el ánimo
decaído y para reforzar el organismo. Estimula las funciones digestivas y
hepáticas. Otorga un agradable olor al sudor de quienes lo consumen.
Contiene abundante fósforo y hierro.
- Garbanzos:
son ricos en carbohidratos, fibra, calcio, proteínas, magnesio, potasio
y vitaminas A y C. No producen gases durante la digestión.
- Guisantes verdes: son
ricos en clorofila, proteínas, carbohidratos, fibra, vitaminas A, B y
C, también en magnesio, hierro, potasio, fósforo y zinc. Son adecuados
para el crecimiento y la vista.
- Judías: son una fuente excelente de proteínas, vitamina C, A y E y son ricas en minerales.
- Lentejas:
ricas en proteínas, vitamina C y B1, tienen hierro, cobre y zinc.
Aconsejables en situaciones de estrés y para tonificar el cuerpo en
épocas de agotamiento, retrasan el envejecimiento.
- Maíz: alto contenido en magnesio, necesario para conservar la tensión muscular especialmente en el tracto intestinal.
- Mostaza: adecuado para tratar trastornos digestivos como gastritis, enteritis, etc. Rica en vitamina C, proteínas y lípidos.
- Judia Mungo: son ricos en vitaminas A, C, y complejo B.
- Semillas de calabaza: contienen proteínas, vitamina E, fósforo, hierro y zinc.
- Semillas de girasol: ricas en proteínas, grasas insaturadas, vitaminas D, B y E, ácido linoleico ,calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio.
- Rabanito:
contiene abundante clorofila , útil para combatir digestiones pesadas y
para calmar la tos, es rico en vitamina C y potasio, y tiene buen
sabor.
- Sésamo: buena fuente de fibra, proteínas, vitaminas B y E, magnesio, potasio, hierro, fósforo y calcio.
- Soja:
es rica de proteínas y vitaminas A, B, C y E, lecitina. Posee ácido
fólico, calcio, magnesio y hierro. Es útil en la menopausia, la fatiga y
en los cambios de ánimo.
- Soja verde:
contiene proteínas que dan lugar al aminoácido metionina, de efecto
relajante. Fortalece el sistema nervioso y contribuye a rebajar el
exceso de colesterol. Son ricas en vitaminas A, C, hierro y potasio.
- Trigo:
es rico en proteínas, magnesio, fósforo y vitaminas B y E. Previene
infecciones, remineraliza, regenera las células y sirve para tratar
trastornos nerviosos.
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